Nos hemos encontrado con padres desesperados que piensan que con solo un par de semanas llevando a sus hijos a realizar ejercicio por arte de magia van a notar un cambio radical, error paternal y se olvidan de la constancia, la paciencia y la disciplina para llegar a un objetivo de salud para sus hijos.
Mas que dañinos, los alimentos chatarra no son los culpables en su totalidad de que los niños cambien sus hábitos alimenticios ni de que suban de peso. El permitirles ser sedentarios viendo la tv o jugando con la tablet durantes largas horas o días es mucho mas peligroso.
Cuando un niño come de más, es porque tiene muchos vacíos que llenar además de los del hambre. Lo importante es que los niños aprendan a comer y que desarrollen una actitud ante el alimento.